martes, 26 de julio de 2011

Preocupa el crecimiento de talleres clandestinos





SE ASIENTAN EN EL DISTRITO
Asociaciones locales aseguran que estas organizaciones ilícitas se están instalando en el Municipio. Las autoridades reconocen su existencia, pero esgrimen que los controles se dificultan porque tienen “nuevos mecanismos para ocultarse”.
Por Melisa Marturano

Un negocio oscuro que crece y representa un delito cruel que somete a sus víctimas a condiciones infrahumanas. Así suele definirse al trabajo que se desarrolla en los talleres textiles clandestinos, una variante de la esclavitud de este siglo que, según la fundación especializada La Alameda, ocupa a casi el 80 por ciento de los trabajadores textiles del país.

A partir de este crecimiento, Tres de Febrero se erigió como uno de los puntos del Conurbano en los que más se evidenció la proliferación de estos talleres. Distintas asociaciones civiles denuncian que localidades como José Ingenieros, Villa Raffo, Caseros y Ciudadela se han convertido en puntos estratégicos para estas organizaciones ilícitas.

Una de las ONG denunciantes, cuyos integrantes prefirieron reservar su identidad porque manifestaron haber sido amenazados por empleados municipales, presentó más de cien expedientes ante distintas secretarías y el HCD local, a los que El1 accedió.

Allí, a partir de investigaciones propias, denunciaron y probaron la existencia de estas organizaciones clandestinas y de construcciones dudosas.

Sin embargo, nadie contestó sus denuncias. Del mismo modo, los integrantes de la organización Cabildo Abierto, de Ciudadela, se mostraron preocupados por lo que está ocurriendo en el sector sur de la localidad. “Últimamente, vemos que, en esa zona, el mercado de compra y venta de casas está absorbido por este tipo de talleres, eso es lo que denuncian los vecinos”, graficó Carlos Parrella, uno de sus integrantes, en diálogo con este medio.

“Una situación difícil de manejar”
Según Gustavo Vera, al frente de La Alameda, el traslado de los talleres de Capital Federal al Conurbano es un fenómeno de los últimos cinco años. “Sabemos que, en Ciudadela y Caseros, hay talleres clandestinos. Esto se está dando desde 2006 y 2007, cuando se endurecieron los controles en Capital Federal, lo que, a su vez, produjo que se mudaran al Conurbano”, coincidió con los vecinos de Tres de Febrero, al tiempo que agregó que el distrito comandado por Hugo Curto, junto con San Martín, La Matanza y Lomas de Zamora son los lugares más preocupantes en el Conurbano, dado que los talleres proliferan “por la cercanía con la Capital y con La Salada”.

Ante estas acusaciones, El1 contactó al secretario de Desarrollo Económico local, Juan Carlos Mochi, quien se encarga de habilitar las actividades industriales en el Distrito. Sorpresivamente, el funcionario reconoció el problema: “Es una situación muy difícil de manejar; hacemos controles continuamente y procedemos a la clausura, pero hay una nueva modalidad de talleres muy pequeños, que trabajan a escala domiciliaria, muy difíciles de detectar, y tampoco tenemos autoridad para ingresar a las viviendas”.
En ese sentido, Parrella especificó que, en las últimas semanas, los vecinos detectaron dos talleres que estarían funcionando de esta manera, uno ubicado sobre la calle Maldonado, entre 25 de Mayo y Chacabuco, y otro sobre 25 de Mayo entre Saavedra y Gazeta de Buenos Aires, ambos en Ciudadela.

Sin embargo, Mochi explicó que los métodos de camuflaje se van perfeccionando y dificultan las tareas de control. “Nosotros hacemos inspecciones y actuamos por las denuncias de los vecinos, pero cada vez se cuidan más; tienen nuevos mecanismos para ocultarse y, prácticamente, hay que pasar en el momento justo para detectarlos”, resumió.

Mientras tanto, los habitantes del Distrito seguirán esperando que los controles también se perfeccionen y puedan terminar con el problema.

Bolsas delatoras
Tanto los funcionarios municipales como los vecinos aseguran que un método para descubrir la existencia de estos talleres tiene que ver con la detección de bolsas de residuos llenas de retazos de tela. “Muchos no las ponen en las puertas de las casas para no delatarse, pero las dejan en las esquinas”, contó Parrella. Por su parte, Mochi relató: “Buscar bolsas con trapos es uno de los métodos que tienen nuestros inspectores para identificar a estas organizaciones”.

Operativos insuficientes
El último operativo que se realizó en Tres de Febrero para desbaratar talleres ilegales se dio a principios de mayo en el barrio conocido como Villa de los Paraguayos, ubicado entre las avenidas Díaz Vélez y Rivadavia, en Ciudadela. En esa ocasión, 230 efectivos policiales y de Gendarmería pudieron detener a nueve personas acusadas de explotar a 53 trabajadores, 42 de ellos, paraguayos y once, bolivianos, incluidos tres menores de edad, que eran sometidos a extensas jornadas de duro trabajo y a condiciones de hacinamiento.

“Ni la Justicia ni el Ministerio de Trabajo tienen políticas activas para atacar el trabajo esclavo en la Provincia, es poco y nada lo que están haciendo”, criticaron, desde La Alameda, a El1.
Fecha de Publicación: 2011-07-25

lunes, 18 de julio de 2011

Advierten que TBA fumiga terrenos ferroviarios con peligroso herbicida







CIENTÍFICOS, AMBIENTALISTAS Y AUTORIDADES COMUNALES CRITICAN A LA EMPRESA

La concesionaria de la ex línea Sarmiento admitió a El1 que, para desmalezar, emplea glifosato, un potente agroquímico señalado como tóxico por especialistas y asociaciones ambientales. El vacío legal prima en la mayoría de los municipios y dificulta las tareas de control.
Por Melisa Marturano y Gaspar Grieco

Una amenaza silenciosa e imperceptible, casi invisible. Eso es lo que esconden los terrenos que atraviesan los ferrocarriles de la ex línea Sarmiento, medio de transporte que, diariamente, utilizan más de 300.000 pasajeros. Es que, para desmalezar esas parcelas, TBA, empresa concesionaria del servicio, rocía los terrenos con glifosato, un herbicida que puede acarrear graves consecuencias sobre la salud de quienes entran en contacto con él.

Aunque la empresa aplica el producto en zonas urbanas, el glifosato es un agroquímico pensado para ser usado en el campo. El problema es que estudios científicos recientes demostraron que este herbicida puede resultar nocivo para las plantas y los animales cercanos a los lugares en donde se utiliza e, incluso, para la salud humana.

“Las aplicaciones se hacen en las vías para evitar que se desarrollen malezas, que se compacte la piedra y que se tapen señales, lo que podría causar accidentes. La periodicidad en el uso es de veinte días, durante los meses más críticos”, esgrimieron a El1 desde TBA. “Los productos que utilizamos están autorizados por el SENASA y la Secretaría de Agricultura y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no los tienen señalados como riesgosos”, completaron.

Siguiendo esta lógica, este medio se contactó con integrantes del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), quienes negaron el argumento de la empresa ferroviaria. “SENASA no autoriza a emplearlo, sino que registra el producto, pero, luego, la aplicación corre por cuenta de quien lo usa, que tiene que cumplir con las condiciones adecuadas. Si TBA dice que SENASA autoriza el uso de glifosato, está mintiendo. No es un producto apto para zonas urbanas”, desmintieron desde ese organismo nacional.

Los militantes ambientales
En el caso del uso de glifosato por parte de TBA, la acción de la asociación civil Centro Oeste de Estudios Políticos y Socioambientales (COEPSA) fue protagónica. “Nosotros nos enteramos del problema con este tóxico porque se filtró en las napas que iban a parar a las cuencas de los arroyos, entonces, decidimos actuar”, explicó Adriana Córdoba, una de sus integrantes.

A raíz de estos descubrimientos, COEPSA presentó, en julio de 2009, un proyecto de ordenanza en Ituzaingó, Morón y Hurlingham para que se prohíba el uso de ese herbicida y de otros agroquímicos derivados.

“Como ONG, propusimos los fundamentos de esa ordenanza para generar conciencia en las autoridades, pero hay cosas que dependen de los Ejecutivos municipales y de distintas leyes nacionales y provinciales que, también, están durmiendo, porque no hay decretos reglamentarios para su aplicación”, criticó Córdoba.

Teniendo en cuenta esta situación, El1 dialogó con las comunas afectadas por las fumigaciones que se efectúan en los terrenos ferroviarios administrados por TBA. Ordenanzas inconclusas y un vacío legal constituyen el panorama general.

Merlo, situación incierta
En el municipio comandado por Raúl Othacehé, las indefiniciones dominan el panorama. A nivel local, el control lo ejerce una única patrulla, encargada de velar por la sanidad ecológica del Distrito.

“En este momento, ese móvil está realizando trabajos en Mariano Acosta, así que no está patrullando la zona ferroviaria”, contaron empleados de la Secretaría de Ecología, Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Turismo.

“Hemos tenido denuncias por este problema, pero no pudimos encontrar a la empresa rociando el producto, que sabemos que es nocivo”, admitieron.

Asimismo, desde la misma dependencia municipal, deslizaron que el uso de la sustancia estaría prohibido por las ordenanzas 636/94 y 3.497/10.

Sin embargo, cuando este medio solicitó el acceso a esas normas, el municipio dilató la respuesta y, finalmente, nunca llegó.

Ituzaingó, en espera
La Comuna es una de las tres a las que llegó el proyecto de ordenanza para prohibir el glifosato, motorizado por COEPSA. Sin embargo, a pesar de que pasaron casi dos años desde su recepción, todavía se encuentra en estudio en el HCD, a la espera de un informe técnico pedido para su evaluación.

“De todos modos, no tenemos denuncias por rocío con glifosato, porque tampoco tenemos mucho terreno para que lo hagan”, aseguró Marcelo Chiaradía, subsecretario de Imagen y Comunicación local.

Morón, mentor de la prohibición
En diciembre pasado, la dirección de Políticas Ambientales, la dirección de Inspección General y el área de zoonosis frenaron una fumigación que TBA intentaba realizar en los terrenos ubicados en el Municipio, a pesar de que, desde 2009, el proyecto que COEPSA elevó al HCD local se convirtió en la ordenanza 11.990. Por lo tanto, el uso de glifosato no está permitido en Morón.

“A partir de esa situación, generamos un expediente y una notificación hacia la empresa aplicadora y hacia TBA que, en este momento, están en la Justicia de Faltas. Además, cada tanto, nos comunicamos con la empresa para recordarles que no usen el producto”, explicó a El1 Marina Parra, directora de Políticas Ambientales. “Lo que esperamos es que se deje de fumigar con este método”, resumió la funcionaria.

La Matanza, en busca de control
El HCD no sancionó ordenanzas que regulen el uso de la sustancia. Pero el Municipio ya ha sido blanco de fumigaciones con glifosato, por lo que las autoridades aseguran que planean una estrategia de control.

“No recibimos denuncias, pero estamos en vistas de hacer alguna intervención, porque hay un precedente que se descubrió, en 2009, durante una inspección. Estamos reuniendo expedientes para darles instrucciones a los inspectores”, aseveró Daniel Iglesias, secretario de Medio Ambiente y Desarrollo local.

Tres de Febrero, el eje de la polémica
En el territorio liderado por Hugo Curto, el uso del glifosato despertó una encendida disputa política. “No hay ordenanzas dado que, por la cantidad de producto que se emplea, no sería de alto riesgo contaminante”, aseveró a este medio José Basualdo, al frente de la dirección de Ecología y Medio Ambiente.

Sin embargo, la oposición critica la falta de acción oficial. “A partir de denuncias de los vecinos, que aseguran que suelen encontrar el pasto seco en los terrenos de las vías sin que hayan pasado jardineros, elaboré un proyecto para prohibir el glifosato, aunque nunca logré que se tratara”, relató el concejal por la Coalición Cívica, Rodolfo Knittel. Por ende, la iniciativa sigue en espera.

Carrasco: “Están priorizando el factor económico”
Andrés Carrasco es especialista en biología molecular, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y director del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Pero, además, este científico, con una carrera de más de 30 años, fue quien, en 2009, confirmó el efecto letal que el glifosato causa en embriones. En diálogo exclusivo con El1, Carrasco explicó los alcances tóxicos de esta sustancia y criticó el “criterio desalmado” de la empresa al elegir este método de poda.

¿Cuál es el riesgo que puede ocasionar el uso del glifosato?
A mí me parece que no hay que jugar con estas cosas en zonas pobladas, porque se están usando sustancias que pueden producir intoxicaciones agudas y daños en lugares en donde no tiene ninguna justificación hacerlo. Es absolutamente innecesario y responde a una economía de recursos.

¿Por qué sería más económico?
Porque, así, necesitan menos gente trabajando y no utilizan maquinarias, ahorran dinero y lo hacen más rápido. Aquí, lo que aparece es que el factor económico es lo que prima. Se puede utilizar otros métodos, no hay necesidad de usar estos venenos.

¿Cuáles son los efectos que acarrea la sustancia?
La inhalación puede traer trastornos agudos y problemas respiratorios, de dermatitis y digestivos. Pero no solo el glifosato, también los otros herbicidas son potencialmente nocivos, dependiendo del grado de contacto que tenga una persona o un animal con ellos.
Sé de personas del Conurbano que han sufrido el impacto, que han visto cómo se destruyen sus jardines, y otras consecuencias que demostraban que, en esos lugares, se estaba empleando veneno.

¿Por qué la OMS no la tiene clasificada como riesgosa?
La OMS maneja la información que le proporcionan las grandes empresas encargadas de comercializar el producto. Ellos no tienen sus propios sistemas de evaluación de toxicidad; de hecho, el mismo Ministerio de Salud declaró, en algún informe, que no cuenta con más información que la que ellas le proporcionan.

viernes, 15 de julio de 2011

Inundaciones en Ciudadela

Los vecinos de Ciudadela vienen reclamando hace ya varios años por la limpieza del Arroyo Maldonado para evitar futuras inundaciones. El candidato Rodolfo Knittel, brinda su apoyo el reclamo a través de un proyecto que solicita la limpieza del Arroyo Maldonado y que se construyan los correspondientes desagües en la colectora norte y sur de la Av. General Paz. Como el mismo ha caducado, vuelve a representar el proyecto ya que la comunidad de Ciudadela sigue sufriendo estas problemáticas. Vea el proyecto a continuación.


Caseros, 08 de Junio de 2011

PROYECTO del Concejal Rodolfo KNITTEL:

LIMPIEZA del ARROYO MALDONADO de la LOCALIDAD de CIUDADELA
COMUNICACIÓN
Art. 1ro: El H.C.D. solicita al D.E. que mediante su gestión se lleve a cabo la limpieza del Arroyo Maldonado, de la localidad de Ciudadela, y se construya los desagües correspondientes en la colectora norte y sur de la General Paz para evitar futuras inundaciones.
Art. 2do: Asimismo se solicita que se realice la limpieza y desobstrucción de sumideros y bocas de tormenta de las zonas propensas a inundarse.
VISTO
Que el Municipio debe velar por la salud, la seguridad y el bienestar de los habitantes de Tres de Febrero; y,
CONSIDERANDO
Que la localidad de Ciudadela ha sufrido en los últimos años inundaciones importantes en diversas zonas.
Que este hecho se debe en parte a la ausencia de desagües en determinadas zonas, como también a la falta de desobstrucción y limpieza de los sumideros.
Que los vecinos vienen reclamando hace tiempo al municipio que adopte medidas para solucionar y prevenir futuras inundaciones, ya que se hace muy difícil transitar por la zona y en algunos casos se registraron pérdidas materiales.
Que vecinos solicitaron al Municipio que se concluya con la limpieza del Arroyo Maldonado y construyan desagües en las colectoras norte y sur de la General Paz para evitar inundaciones, pero aún no se han concluido dichas tareas.
Que este proyecto fue presentado en la Tercera Sesión Ordinaria del año 2009 con Expte. 7689/09 y no ha sido tratado en comisiones.

viernes, 1 de julio de 2011

POLÉMICO USO DE GLIFOSATO EN LAS VÍAS DEL SARMIENTO


29/06/2011


TBA LO APLICA PARA IMPEDIR EL CRECIMIENTO DEL PASTO

El glifosato es un herbicida que sirve para eliminar “yuyos” molestos. No es como todos, porque tiene la particularidad única de no “atacar” el vegetal que se desee hacer crecer. Es decir, elimina todo alrededor. Fue creado en los 70 por una compañía multinacional que al mismo tiempo patentó semillas genéticamente manipuladas para resistir el poderoso veneno. El uso de esta técnica es muy polémico porque hay sospechas de graves consecuencias para la salud humana. Sin embargo, su uso se volvió indiscriminado, al punto que se viene denunciando que la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) lo está utilizando en las vías para impedir el crecimiento del pasto. La explosiva situación fue publicada por el periódico de la Universidad Nacional de La Matanza, a través de una investigación realizada por Melisa Marturano y Gaspar Grieco, donde se demostró la utilización del químico, muy utilizado en las plantaciones de soja, que genera polémica en todo el mundo dado que algunas conclusiones científicas sostienen que es extremo dañina para la salud, al punto de que se cree que genera malformaciones. “A lo largo de todo el recorrido atraviesa seis de los municipios más poblados. De lunes a viernes se realizan alrededor de 300 viajes a cargo de poco más de 20 formaciones. En esos 36 kilómetros la empresa concesionaria TBA utiliza un herbicida altamente tóxico para desmalezar la zona y así evitar inconvenientes en el servicio”, sostiene el informe. “Aún cuando el glifosato es un agroquímico pensado para ser usado en el campo, la empresa TBA lo aplica en zonas urbanas. El problema radica en que estudios científicos recientes demostraron que este herbicida puede resultar nocivo para las plantas y los animales cercanos a los lugares en donde se utiliza e, incluso, para la salud humana”, indica el trabajo. “Las aplicaciones se hacen en las vías para evitar que se desarrollen malezas, que se compacte la piedra y que se tapen señales, lo que podría causar accidentes. La periodicidad en el uso es de veinte días, durante los meses más críticos”, argumentaron desde TBA. “Los productos que utilizamos están autorizados por el SENASA y la Secretaría de Agricultura y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no los tienen señalados como riesgosos”, completaron los voceros. No obstante, “SENASA no autoriza a emplearlo, sino que registra el producto, pero, luego, la aplicación corre por cuenta de quien lo usa, que tiene que cumplir con las condiciones adecuadas. Si TBA dice que SENASA autoriza el uso de glifosato, está mintiendo. No es un producto apto para zonas urbanas”, sostuvieron desde ese organismo nacional.