jueves, 4 de agosto de 2011

Preocupa el crecimiento de talleres textiles clandestinos




Miércoles 3 de agosto de 2011


SE ACRECENTARON LOS CONTROLES MUNICIPALES EN TRES DE FEBRERO Y SAN MARTIN

El tema genera inquietud y mucha preocupación. Se trata de la reiterada y cada vez mayor instalación de talleres textiles clandestinos en la región, particularmente en barrios de Tres de Febrero y San Martín, por su cercanía con la Ciudad de Buenos Aires. Los controles municipales se acrecentaron y resulta clave el apoyo de los propios vecinos al denunciar el trabajo esclavo, sin embargo la nueva modalidad de “mini-talleres” y hasta de “talleres móviles” dificultan los relevamientos.
En diálogo con este medio, fuentes de ambos distritos confirmaron que están observando con preocupación la ramificación en la zona de estos talleres, que en rigor se relaciona a un delito donde las víctimas son sometidas a condiciones infrahumanas, a veces sin salarios, sólo trabajando por comida y albergue.
Un relevamiento de las últimas denuncias destacó que las localidades de Tres de Febrero más afectadas son José Ingenieros, Villa Raffo, Caseros y Ciudadela, que se han convertido en puntos estratégicos para estas organizaciones ilícitas, a las que deben sumarse otras ubicadas en territorio de San Martín. Aunque fuera de la región, el mapa se completa con Lomas de Zamora y La Matanza.
Acerca del asunto, los integrantes de la organización vecinal Cabildo Abierto Ciudadela, se mostraron preocupados por lo que está ocurriendo en el sector sur de la localidad. “Ultimamente vemos que, en esa zona, el mercado de compra y venta de casas está absorbido por este tipo de talleres, eso es lo que denuncian los vecinos”, sostuvo Carlos Parrella.
La problemática no tiene una solución fácil o rápida. Para Gustavo Vera, de la asociación que lucha contra la trata de personas La Alameda, el traslado de los talleres de Capital Federal al Conurbano es un fenómeno de los últimos cinco años. “Sabemos que, en Ciudadela y Caseros, hay talleres clandestinos. Esto se está dando desde 2006 y 2007, cuando se endurecieron los controles en Capital Federal, lo que, a su vez, produjo que se mudaran al Conurbano”, explicó. “Los talleres proliferan por la cercanía con la Capital y con La Salada”, indicó.
Parrella especificó que, en las últimas semanas, los vecinos detectaron dos talleres que estarían funcionando de esta manera, uno ubicado sobre la calle Maldonado, entre 25 de Mayo y Chacabuco, y otro sobre 25 de Mayo entre Saavedra y Gazeta de Buenos Aires, ambos en Ciudadela.
Acerca de la situación, el secretario de Desarrollo Económico de Tres de Febrero, Juan Carlos Mochi, quien se encarga de habilitar las actividades industriales en el distrito, reconoció que “es muy difícil de manejar; hacemos controles continuamente y procedemos a la clausura, pero hay una nueva modalidad de talleres muy pequeños, que trabajan a escala domiciliaria, muy difíciles de detectar, y tampoco tenemos autoridad para ingresar a las viviendas”. Sin embargo, explicó que los métodos de camuflaje se van perfeccionando y dificultan las tareas de control. “Nosotros hacemos inspecciones y actuamos por las denuncias de los vecinos, pero cada vez se cuidan más”.