Los vecinos de Ciudadela vemos con cierta extrañeza los controles que hace Gendarmería o la Policía de la Provincia de Buenos Aires, no por los controles en si, lo que nos parece muy bien, sino porque lo realizan sobre la Av. Juan B. Justo, tanto sea entre las calles Reconquista y Castelli o entre Castelli y San Ignacio, frente a la Plaza Vecinal “Hugo Caramelo”. Nuestra extrañeza radica que por la calle Castelli o San Ignacio, a metros de donde cotidianamente hacen los controles, pasan los “remises truchos” que recorren desde el puente de General Paz y Maipú hasta el barrio Ejercito de los Andes (Fuerte Apache). Hace años que existen estos remises, no son nuevos. En innumerables ocasiones han denunciado a este “servicio” por la precariedad (destruidos) y dudosa procedencia de algunos de los vehículos que utilizan. Además de no contar con la documentación y el seguro obligatorio. (Los canales 2 y 9 hicieron informes al respecto). En muchas ocasiones hubo accidentes y choques, siendo siempre perjudicado el tercero, porque estos remises no cuentan con el seguro y la documentación reglamentaria. Así que el perjudicado no puede hacer nada al respecto. Tampoco son muy apegados a respetar los semáforos y las reglas de transito.
Lo que asombra y genera alguna sospecha, es que estas anormalidades son “vos populi” entre los vecinos, por lo tanto sería lógico que lo supiera tanto Gendarmería como la policía de la Provincia de Buenos Aires. Además levantan los pasajeros a la vista de los controles de Gendarmería en General Paz, como así también en los del Barrio Ejercito de los Andes (Fuerte Apache). El control que hacen las fuerzas públicas es discriminatorio?
En varias oportunidades se ha planteado la necesidad de un control sobre estos vehículos o buscarle una solución integral (créditos para la compra de autos en condiciones), dado que es un riesgo constante para las personas que transportan, como así también para terceros y para los propios chóferes. Pero también es injusto para las demás remiserías que se le exige cumplir con toda la documentación. Aquí el beneficiado o protegido es el dueño de la remisería. No pretendemos que pierdan el trabajo los chóferes y mucho menos en estos momentos difíciles, pero tampoco es justo que se hagan este tipo de discriminaciones o que se les den privilegios algunos, lo justo es que pongan vehículos en regla como corresponde y como se le exige a los demás.