Existe una disonancia en el
entendimiento entre los compromisos y las necesidades de la ciudadanía y el
proceso de asignación de bienes públicos y decisiones de impacto colectivo por
parte de aquellos que deciden acerca de nuestras vidas. Creemos que la
descentralización de las funciones estatales, autogestión, delegación de
soberanía a unidades menores o vecinales, descentralización de actividades
públicas o modalidades de representación más próximas a los actores sociales,
es un paso adelante y superador. Es necesario producir formas de organización
de la sociedad mucho más personalizadas y visibles en todos aquellos procesos y
decisiones que afectan a la mayoría de los vecinos. En nuestros días, se
encuentra generalizada la percepción de que cuando los gobiernos locales
deciden lo hacen desde niveles demasiado lejanos y poco visibles para el vecino
común, decrece la legitimación o esta se convierte en una aceptación pasiva. La
problemática existe entre la cercanía y distancia que mantiene el poder con
aquellos a quienes demanda obediencia. Ha cambiado la relación del pueblo con
los que dicen ser nuestros representantes y aquel que no entendió el mensaje
puede pagarlo muy caro.
Se hace necesario un cambio de
actitud a los efectos de abrir al ciudadano la mayor cantidad de canales de
participación real y control de gestión, de lo contrario los daños a la
sociedad y credibilidad serán irreparables y traerán aparejados conflictos
muchos más serios. Es necesario recrear
una democracia mucho más participativa y directa, donde la voluntad popular sea
consensuada y respetada.
La idea es que los Gobiernos
Municipales convoquen a los vecinos en general, y a las organizaciones no
gubernamentales en particular a constituir Consejos Vecinales Barriales
(C.V.B.), este será el órgano de descentralización más cercano en sí a los
vecinos, representando a los mismos y a sus organizaciones sociales. Los mismos
tendrán un importante papel en la elaboración de los planes de obras y
servicios para el desarrollo de la zona y colaborarán en el control de la
gestión municipal. Se les dará prioridad a las Universidades Nacionales o
Zonales en la planificación, elaboración y seguimiento de las distintas obras
que se encaren. El resultado deberá transformarse en acciones y actos de
Gobierno Municipal, que se verá reflejada en el mejor destino de los recursos,
una mejor administración, y mayor compromiso y reconocimiento de todos en la
tarea de Gobierno Municipal, jerarquizando su función. Es una oportunidad más
para profundizar la democracia y reforzar la identidad zonal.
El objetivo de este cambio es el
desarrollo integral de cada zona, eso significa que el Gobierno Municipal podrá
solicitar asesoramiento, además de consultar y consensuar la elaboración de
proyectos, presupuestos y gastos con los Consejos Vecinales Barriales (C.V.B.).
Es de destacar la importancia que han de tener las fuerzas vivas de la Zona, a
través del C. V. B., donde estarán representadas las organizaciones sociales
(comisiones vecinales, cooperativas, comerciantes, empresarios, artesanos,
instituciones deportivas, religiosas, etc.).
Los Consejo Vecinal Barrial
encararan temas generales relacionados con el desarrollo integral de la zona en
su conjunto (como pueden ser políticas sociales, salud, educación, cultura,
infancia, juventud, trabajo, vivienda, recreación y deportes, turismo,
seguridad ciudadana, medio ambiente, tránsito y transporte, obras y servicios,
descentralización y participación, etc.). Esto se podrá complementar con otro
tipo de consultas como, consulta popular, encuestas o simples buzones para
emitir opinión, cuando las circunstancias así lo requieran. La idea planteada
es abarcar la mayor cantidad de vecinos posibles, a los más activos que
participarán de las reuniones y a los otros, los que, por diferentes motivos,
no pueden o no quieren participar, pero que su opinión también importa.
Es fundamental tener claro, para
esta propuesta no tropiece con inconvenientes, que debe prevalecer el interés
general por encima de los intereses particulares de personas o grupos u
organizaciones. Debe pensarse en la localidad como un conjunto.
Este es un desafío para el
Gobierno Local y en especial para sus vecinos, que tendrán la oportunidad de
expresar todas sus inquietudes y creatividad aportando ideas que permitan
ampliar y mejorar servicios, acciones de protección ambiental, equilibrar las
diferencias sociales, económicas y culturales a través de propuestas de
intervención estatal o iniciativa privada.
"El aporte de todos hará más
fácil la tarea y enriquecerá el conocimiento de cada uno en la realidad
local."
Para no caer en una nueva crisis
de credibilidad en la clase política, se hace necesario un cambio de actitud, a
los efectos de abrir al ciudadano la mayor cantidad de canales de participación
real y control de gestión, de lo contrario los daños a la sociedad y
credibilidad serán irreparables y traerán aparejados conflictos muchos más
serios.
Si aún creemos que se puede
construir un mundo mejor, más justo, debemos comenzar a trabajar en nuestro
pequeño mundo, nuestra ciudad, nuestra localidad, buscando elementos legales y
de participación para revertir este proceso.