Como vecinos de Ciudadela estamos a favor de la realización de la obra y creemos que será muy beneficiosa para mejorar la calidad de vida de los vecinos y la comunicación entre Sur y Norte, como así también la creación de nuevos espacios verdes. Además el Cabildo Abierto del Pueblo de Ciudadela fue una de las primeras ONGs Vecinal en pedir que la obra prosiguiera más allá de Liniers, cuando en un principio fue presentada en el 2001 en la Universidad de Morón como el Corredor del Oeste o Corredor verde y sólo era para la Capital Federal.
Pero hay algunas dudas y preocupaciones.
Desde siempre venimos solicitando a todos los funcionarios posibles, Nacional, Provincial y Municipal que no queremos que en la primer etapa de la construcción del soterramiento, la salida del tren del soterramiento a la superficie en una trinchera ascendente se haga en Ciudadela, por los siguientes motivos: Si se hace como estaba previsto en el primer proyecto, la salida a superficie en forma de trinchera sería de Liniers hasta la Estación de Ciudadela, provocando mayor aislamiento entre la zona norte y sur, deterioro del medio ambiente, entorpecimiento del tránsito peatonal y vehicular y perjuicio comercial. Si las salida se hiciera en los terrenos existentes en los talleres de Liniers, donde no perjudicaría a nadie y la Capital no usaría de patio trasero a Ciudadela (como siempre). Ellos tendrían todo cerrado y solucionado y a nosotros nos dejan lo peor, la trinchera y división.
Ahora si se hace – nuevo proyecto - soterrando hasta la estación de Ciudadela – inclusive – su salida a superficie sería entre la estación de Ciudadela y Ramos Mejía. Donde también tendría que hacer una trinchera ascendente, pero en este caso se encontraría con el entubado del Arroyo Maldonado que cruza las vías de Sur a Norte a pocas cuadras de la Estación de Ciudadela., cosa que podría demorar la obra.
Nuestra mayor preocupación surge que este País – por experiencia - no es previsible. Puede que solucionen el problema de la Capital y luego – cuando nos toque a nosotros (Provincia) - la obra quede paralizada, por distintos motivos y nos dejen en Ciudadela, por años, una trinchera que profundizara la actual división entre Sur y Norte, más suciedad y contaminación. Como ocurre con las líneas de colectivo de la Capital que tienen sus depósitos y dormideros en Ciudadela, generando serios inconvenientes.
Con esta obra quieren utilizar vagones de doble piso. Ahora como usuario diario del ferrocarril, creo que el tema de los trenes de doble piso es – por lo menos – un capricho, por no decir un negocio. En la actualidad – no quieren comprender – que son una incomodidad total, sólo sirve para cuando viaja poca gente o aquellos que van a las estaciones terminales. El problema surge que en las hora pico, viaja tanta gente, que se amontona en el espacio libre de las dos únicas puertas de cada vagón, tapando totalmente las escaleras que van a cada piso, haciendo imposible – si uno está sentado –descender en estaciones como Ciudadela, Ramos, Haedo o Morón, por mencionar algunas. Este tema es de practicidad, de usar la razón y viajar a diario en las horas picos.
Quizás sería más positivo que hicieran vagones de dos pisos y estaciones también de dos pisos.
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Diario Popular
Inquietud de organizaciones vecinales de Ciudadela y Haedo
Dudas por soterramiento de la línea Sarmiento
Aunque el anuncio de las obras del soterramiento del tramo Caballito-Moreno del ferrocarril Sarmiento (su transformación en un subterráneo) fue una noticia que cayó muy bien en las autoridades municipales y los habitantes del Oeste del conurbano bonaerense, distintas organizaciones vecinales antepusieron sus dudas frente al emprendimiento pomposamente presentado en sociedad en Casa de Gobierno la semana pasada.
Las observaciones corren por cuenta de vecinos de Ciudadela y Haedo y encierran como fundamento -más allá de la plena aceptación de los trabajos- la preocupación por eventuales demoras entre la primera y segunda etapa de la realización y el riesgo de ver hipotecado un amplio pulmón verde como consecuencia del soterramiento.
Daniel Fernández, miembro del Cabildo Abierto de Ciudadela, puntualizó que el temor que existe entre los vecinos es que la necesidad de elevar el plano de las vías al fin de la primera etapa de la obra deje a buena parte de esa localidad en su recorrido hacia Ramos Mejía con las vías en trinchera.
Patio trasero
“En realidad tenemos miedo que siga imperando el criterio que algunos sostienen en que Ciudadela es una suerte de patio trasero de la Capital” enfatizó Fernández, porque tal como se ha concebido el proyecto la localidad “terminará siendo perjudicada”.
La posición de Cabildo Abierto es que esa rampa debería empezar a construirse no del lado de provincia sino ya en los amplios terrenos del ferrocarril que hay en Liniers, del lado de Capital, para evitar que Ciudadela quede con las vías en una trinchera abierta hasta la continuidad de la obra.
Para la ONG de Tres de Febrero, una de las primeras que demandó una obra igualitaria para porteños y bonaerenses cuando el proyecto inicial planteaba soterramiento del lado porteño y túnel antivandálico en provincia, el problema puede surgir si se extiende más de lo previsto el comienzo de la segunda etapa de la obra.
Confianza perdida
“Por supuesto que estamos a favor de la obra, por la que reclamábamos ya en 2001, pero ocurre que uno lamentablemente ha visto tantas promesas incumplidas -confesó Fernández en nombre de Cabildo Abierto- que no queremos que se generen situaciones que terminen generando discriminación”.
A lo que alude Cabildo Abierto es que la primera etapa del soterramiento anunciada por la presidente Cristina Fernández de Kirchner en Casa Rosada se extenderá entre Caballito y estación Ciudadela, en una tarea que demandará tres años de intensa labor.
Varias etapas
Pero una vez que termine esa etapa, mientras avanza la segunda, la rampa de elevación del tramo soterrado que viene de Capital y que debe empalmar con el de superficie que va de Ciudadela a Moreno, levantará justamente de “este lado de la General Paz”, como apunta en guardia la gente de Cabildo Abierto.
Encima el Maldonado
“¿Qué pasa si al cabo de los tres años que lleve la primera etapa la segunda no comienza enseguida o, lo sería aun peor, se posterga por equis razones varios años más?” se preguntan en la entidad vecinal e imaginan, en esa hipótesis, tener que convivir con el tren en trinchera desde un poco más allá de la estación.
Pero existe otro elemento que genera resquemor. Muy cerca de donde en tres años, se espera, empezará a emerger el primer tramo soterrado del Sarmiento, está el arroyo entubado Maldonado y la preocupación en ese caso es que ese escollo genere demoras o reformulaciones del proyecto de las que Ciudadela salga perjudicada.
“Nosotros estamos de acuerdo con la obra de soterramiento porque entendemos que eliminará las divisiones entre porteños y bonaerenses que alguna vez subrayó el proyecto original” dijo Fernández, pero apuntó que “no queremos que esas divisiones persistan y Ciudadela tenga que penar una trinchera abierta”.
Cartas a La Plata.
La última información que maneja Fernández es que el soterramiento alcanzará a la estación de Ciudadela y que la rampa “hacia” la segunda etapa estará después de la estación, pero por las dudas Cabildo Abierto remitió una carta al gobernador Daniel Scioli planteándole estas inquietudes.
La misma misiva fue recibida por el vice de Scioli, Alberto Balestrini -hombre nacido en Ciudadela- y el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto. En todos los casos el texto es más o menos similar y apunta a que los funcionarios defiendan ante todo los intereses de la provincia de Buenos Aires y sus habitantes.
En ese sentido disparó: “No queremos imaginar que la obra de soterramiento haya sido pensada para solucionar los problemas de conexidad sólo en la capital Federal y revalorizar terrenos en jurisdicción porteña”, sobre todo cuando el ideal que mueve a los vecinos de Ciudadela es que la localidad “deje de ser el patio trasero de la Ciudad Autónoma”.
Entusiasmo en Morón
El intendente interino de Morón, Lucas Ghi, aseguró que el gobierno municipal moronense “recibió con mucho entusiasmo” el anuncio de la puesta en marcha del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento y recordó la batalla que libró el titular de la comuna, Martín Sabbatella, al que reemplaza, “para que frente a un proyecto de ese tipo no hubiera diferencias entre Capital y Provincia”.
Ghi, al frente de la comuna mientras dure la licencia de Sabbatella, rememoró que en oportunidad de un acto celebrado en Morón, el jefe comunal le sugirió al entonces presidente Néstor Kirchner que no se podía encarar una obra que marcara diferencias entre los habitantes de la ciudad y el Gran Buenos Aires.
“Kirchner se mostró receptivo a ese señalamiento de Martín y al poco tiempo nos comunicaron que el proyecto había sido reformulado para que el soterramiento se extendiera desde Caballito hasta Moreno”, remarcó Ghi a este suplemento. Respecto a los problemas que resolverá la obra cuando se realice en Morón en la segunda etapa del proyecto, Ghi hizo señaló que “habrá muchos menos accidentes y no habrá que padecer más en las horas pico en algunos cruces centrales entre 38 y 45 minutos de barreras bajas”.
Adiós a trenes directos de los ramales diesel
El soterramiento de la línea Sarmiento entre Caballito y Moreno significará la eliminación de los trenes Diesel en ese tramo, por lo que los pasajeros de los servicios Merlo-Lobos y Moreno-Mercedes carecerán de los tradicionales servicios directos a Once, mientras que los usuarios de los servicios de larga distancia -actualmente a Bragado, Lincoln, Carlos Casares y Pehuajó- deberán abordarlos en Moreno, con los consiguientes trastornos para la mayoría del pasaje, originado en Once.
Así está establecido en el pliego de las obras adjudicadas, que genera dudas sobre un importante nudo ferroviario, el de Haedo, que vincula al ferrocarril Sarmiento con la línea principal del Roca, mediante el ramal a Temperley, y con la del San Martín, a través del ramal a Caseros, utilizados actualmente por trenes de carga y de traslado de coches y locomotoras, y décadas atrás por servicios de pasajeros que unían San Juan, Tucumán, Córdoba y Rosario con Mar del Plata.
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