Estimados Vecinos
Esta pandemia no pasó, estamos en
uno de los peores momentos, las cifras de contagios y muertos no paran de subir.
Todos nos dicen que nos cuidan, pero cada uno atiende sus intereses. La
realidad es que ahora la responsabilidad nos la pasaron a nosotros, a los
ciudadanos. Ahora nos piden responsabilidad social o individual o sea nos
cuidamos entre nosotros o nos contagiamos, con los riesgos que ello acarrea.
El municipio de Tres de Febrero,
según las últimas noticias es el tercer distrito de la Provincia de Buenos
Aires, con más Covid 19. Los hospitales se encuentran casi al límite de las
camas de terapia intensiva.
Por lo tanto hacemos un llamado a
los más jóvenes, aquellos que no componen el grupo de riesgo, piensen que cada
uno es un posible portador del virus, son potenciales armas listas para ser
disparadas.
Este virus MATA a los mayores de
60 años y aquellos que tienen enfermedades preexistentes. Entre ese grupo de
riesgo, puede estar tu madre, padre, abuelos, tíos, vecinos o seres queridos. Ya
estamos viendo que algún vecino, amigo o pariente se contagió o falleció.
Sabemos que llevamos mucho tiempo
de aislamiento, de quedarnos en casa, de no poder salir a buscar ese mango que
no haga morfar, de no abrazar a nuestros seres queridos, de no tomar un café o
comer un asado con amigos. Todos estamos cansados, saturados y angustiados. Tan
sólo le pedimos que tomen todos los recaudos necesarios, que mantengan la
distancia recomendada, que no hagan reuniones sociales, que usen tapa boca, que
no salgan si no es necesario, que se laven las manos seguido y todo los demás que
los expertos recomiendan. Respetemos y
hagamos respetar las normas para protegernos. No cumplir las normas, no te
hace más piola, más trasgresor o rebelde, tan solo podes matar.
Este virus es maldito, si
contagian a un ser querido, se lo llevan y no lo podrán ver hasta que se
recupere y si tienen la desgracia de fallecer, no lo podrán despedir y morirá en
la absoluta soledad. La muerte en cuarentena es otra muerte. No hay velorio. No
hay abrazos. Se llora en soledad. Para la persona que muere de covid-19, ni
siquiera hay un último apretón de sus manos, una mirada piadosa a sus ojos
apagados, un adiós íntimo al oído. Algo muy triste y que debemos recapacitar. Las
camas de terapia no son infinitas, no obliguemos a los médicos, por
irresponsabilidad, que deban decidir a quién le ponen un respirador o no, quien
muere y quien vive.
Retribuyamos, cuidándonos, todo
el esfuerzo que hacen el personal de salud. Escuchemos solo a los médicos especialistas
y hagamos caso a ellos. No llenemos nuestra mente de opinologos, no nos hagamos
eco de aquellos que no han estudiado para esto, que sólo opinan porque les
ponen un micrófono y sobre temas que desconocen, que por lo general tratan de
crear un sentido común a favor de sus intereses.
CUIDÉMONOS, no queremos perder
más vecinos, cada uno de ustedes son muy valiosos.
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