CIUDADELA Y LA INSEGURIDAD

DIARIO
POPULAR

Miércoles 16 de julio de 2008

Vecinos se quejan por los reiterados hechos delictivos

Reclaman medidas urgentes de seguridad en Ciudadela
El problema de la seguridad en la localidad de Ciudadela parece estar desbocado, al punto que los vecinos reclaman “medidas urgentes” para contener lo que definen como una verdadera ola de violencia que los mantiene victimizados y con miedo permanente. Mayor patrullaje, más destacamentos, mejor iluminación, una fluida relación con los foros de seguridad y el desarrollo del denominado “Plan Alerta” son apenas algunos de los pedidos que los ciudadanos solicitan a las autoridades policiales y gubernamentales.
En diálogo con este suplemento, Daniel Fernández, integrante del Foro de Seguridad de Tres de Febrero, fue contundente al afirmar que “hace años que no se hace nada para paliar la inseguridad en Ciudadela, aunque en realidad es un problema de toda la región, porque se trabaja sin un plan y con nula participación de los ciudadanos”.“Por ejemplo, en 2004 solicitamos un destacamento en la General Paz y Gaona, una zona muy insegura, sin embargo no tuvimos ningún tipo de respuesta. Hasta hicimos un petitorio, con más de 1.000 firmas de vecinos, que fue entregado a las anteriores autoridades provinciales, el ex gobernador Felipe Solá, y el ex ministro León Arslanián, pero no pasó absolutamente nada. Seguimos esperando”, dijo el dirigente barrial, a quien acompañan en todos los reclamos los vecinos Inés Cappelletti, Oscar Fernández, Hugo Caramelo y Carlos Parrella.

Propuestas ignoradas
En torno a la problemática, Fernández comentó que “las medidas que solicitamos están incluidas en el Plan Alerta, cuyo objetivo principal es brindarle una amplia difusión a la participación comunitaria en toda la localidad, para que los vecinos también se involucren con esta situación”, agregando que “Ciudadela es una zona crítica, porque está en los límites de la Capital Federal (problemas de jurisdicción) y el barrio Ejército de los Andes (Fuerte Apache)”. “Cabe destacar que la inseguridad, hoy, no es patrimonio de un barrio o una zona. Es un problema social muy grave, consecuencia de la pobreza, marginación, falta de trabajo, salarios miserables, falta de futuro, pérdida de la esperanza, y la droga, entre otras cosas, y hasta que no revierta esta situación no habrá una solución definitiva”, explicó Fernández.El vecino explicó que “nosotros proponemos que la gente se vincule con otros vecinos que tengan iguales inquietudes en cuanto a tratar de mejorar la seguridad de la cuadra o de la manzana. La idea es que luego de comprender la esencia del funcionamiento del Plan Alerta, se difunda casa por casa, ayudados por un volante y tratando de conseguir la cooperación del resto de los vecinos”.
“La realidad es que este tipo de iniciativas nunca contaron con el apoyo verdadero de los autoridades policiales o gubernamentales, y se fueron diluyendo. Así llegamos al actual presente, con un altísimo grado de violencia en toda la zona, problemas graves todos los días y sin señales de comenzar a instaurar un trabajo en equipo. Es como si la situación estuviera a la deriva”, consideró Fernández.

Sintonía y desconfianza
Así, el integrante del foro de seguridad sostuvo que “es cierto que Ciudadela no escapa a la realidad de todo el Conurbano o la Capital, pero también es una certeza que hay zonas que están mejor que nosotros, como por ejemplo en Morón, donde la policía actúa en conjunto con las autoridades provinciales y municipales, además de las organizaciones sociales y vecinales, con resultados muy positivos”.“Las autoridades parecen estar en una sintonía distinta a la nuestra, y lo peor es que la gente tiene tanta desconfianza que no realiza la denuncia, porque sabe que no tendrá resultados alentadores. Los comerciantes están viviendo un infierno, son robados y saqueados a toda hora del día”, dijo el vocero del foro.Por último, Fernández expresó que “se hizo muchísima publicidad a la presencia de efectivos de la Gendarmería Nacional en Fuerte Apache, pero las noticias sobre este lugar continúan surgiendo con aparición de armamento pesado en los edificios, venta de droga, secuestros o prostitución, así que los controles evidentemente están fallando, porque las mafias delictivas continúan funcionando”.

TOMA DE CASAS
Daniel Fernández, miembro del Foro de Seguridad, contó que “otro problema que continúa creciendo sin que se tomen medidas concretas son las casas ocupadas”, y reveló que “un informe realizado meses atrás indicó que en la localidad hay más de 350 viviendas copadas por intrusos”.
“Detrás de esta modalidad hay una organización mafiosa que detecta las casas vulnerables y envía a mujeres con chicos para que se instalen, porque saben que los controles policiales son nulos y la intervención judicial inexistente. Así, tenemos a grandes cantidades de familias de la zona que perdieron sus casas o se vieron obligados a cederlas a precios irrisorios”, contó Fernández.
El vecino explicó que “llama la atención que estén al tanto de los domicilios que están deshabitados, porque son inmediatamente ocupados”, agregando que “se trata de un problema gravísimo, del que las autoridades aún no han tomado las medidas necesarias, a pesar de que venimos realizando denuncias”.

La propuesta solidaria del Plan Alerta
*El Plan Alerta es una red estrictamente vecinal que actúa con técnicas de prevención Situacional y Solidaridad. Intenta cortar la cadena del delito: víctima-oportunidad-victimario, multiplicando los ojos y quitando la oportunidad de cometer el delito. Fomenta la participación y la solidaridad entre vecinos garantizando la reciprocidad: “Yo te cuido y espero que lo hagas por mí”.
*Comienza con la organización de una cuadra donde los vecinos, intercambiándose sus números telefónicos y acrecentando la observación forman una cadena solidaria, alertándose y consultándose ante la detección de cualquier anormalidad o actitudes sospechosas. De considerarlo necesario, o ante el delito en curso, deberán dar aviso inmediato a la Policía.
*La organización se puede complementar con: la determinación de los horarios críticos en los cuales hay que acrecentar la observación (la salida y regreso del trabajo, de la escuela, de las compras diarias, limpieza exterior, el lavado del auto); reforzar el alumbrado; instalar alarmas; colocar carteles que indiquen la adhesión al Plan y mostrarle al delincuente que en esa cuadra tiene mas probabilidades de ser detectado; consensuar con la comisaría local el apoyo que les puedan ofrecer; toda otra acción convenida entre los vecinos, evitando exponerse en lucha directa contra el delincuente.
*El Plan Alerta no reemplaza la obligación ineludible que tiene el Estado de dar seguridad, simplemente apunta a desalentar los delitos más comunes. Participar del plan tampoco implica transformarse en informante o vigilante armado, simplemente alienta a tomar actitudes solidarias y participativas de autoprotección. Fomenta una actitud activa pero pacífica.