SE ASIENTAN EN EL DISTRITO
Asociaciones locales aseguran que estas organizaciones ilícitas se están instalando en el Municipio. Las autoridades reconocen su existencia, pero esgrimen que los controles se dificultan porque tienen “nuevos mecanismos para ocultarse”.
Por Melisa Marturano
Un negocio oscuro que crece y representa un delito cruel que somete a sus víctimas a condiciones infrahumanas. Así suele definirse al trabajo que se desarrolla en los talleres textiles clandestinos, una variante de la esclavitud de este siglo que, según la fundación especializada La Alameda, ocupa a casi el 80 por ciento de los trabajadores textiles del país.
A partir de este crecimiento, Tres de Febrero se erigió como uno de los puntos del Conurbano en los que más se evidenció la proliferación de estos talleres. Distintas asociaciones civiles denuncian que localidades como José Ingenieros, Villa Raffo, Caseros y Ciudadela se han convertido en puntos estratégicos para estas organizaciones ilícitas.
Una de las ONG denunciantes, cuyos integrantes prefirieron reservar su identidad porque manifestaron haber sido amenazados por empleados municipales, presentó más de cien expedientes ante distintas secretarías y el HCD local, a los que El1 accedió.
Allí, a partir de investigaciones propias, denunciaron y probaron la existencia de estas organizaciones clandestinas y de construcciones dudosas.
Sin embargo, nadie contestó sus denuncias. Del mismo modo, los integrantes de la organización Cabildo Abierto, de Ciudadela, se mostraron preocupados por lo que está ocurriendo en el sector sur de la localidad. “Últimamente, vemos que, en esa zona, el mercado de compra y venta de casas está absorbido por este tipo de talleres, eso es lo que denuncian los vecinos”, graficó Carlos Parrella, uno de sus integrantes, en diálogo con este medio.
“Una situación difícil de manejar”
Según Gustavo Vera, al frente de La Alameda, el traslado de los talleres de Capital Federal al Conurbano es un fenómeno de los últimos cinco años. “Sabemos que, en Ciudadela y Caseros, hay talleres clandestinos. Esto se está dando desde 2006 y 2007, cuando se endurecieron los controles en Capital Federal, lo que, a su vez, produjo que se mudaran al Conurbano”, coincidió con los vecinos de Tres de Febrero, al tiempo que agregó que el distrito comandado por Hugo Curto, junto con San Martín, La Matanza y Lomas de Zamora son los lugares más preocupantes en el Conurbano, dado que los talleres proliferan “por la cercanía con la Capital y con La Salada”.
Ante estas acusaciones, El1 contactó al secretario de Desarrollo Económico local, Juan Carlos Mochi, quien se encarga de habilitar las actividades industriales en el Distrito. Sorpresivamente, el funcionario reconoció el problema: “Es una situación muy difícil de manejar; hacemos controles continuamente y procedemos a la clausura, pero hay una nueva modalidad de talleres muy pequeños, que trabajan a escala domiciliaria, muy difíciles de detectar, y tampoco tenemos autoridad para ingresar a las viviendas”.
En ese sentido, Parrella especificó que, en las últimas semanas, los vecinos detectaron dos talleres que estarían funcionando de esta manera, uno ubicado sobre la calle Maldonado, entre 25 de Mayo y Chacabuco, y otro sobre 25 de Mayo entre Saavedra y Gazeta de Buenos Aires, ambos en Ciudadela.
Sin embargo, Mochi explicó que los métodos de camuflaje se van perfeccionando y dificultan las tareas de control. “Nosotros hacemos inspecciones y actuamos por las denuncias de los vecinos, pero cada vez se cuidan más; tienen nuevos mecanismos para ocultarse y, prácticamente, hay que pasar en el momento justo para detectarlos”, resumió.
Mientras tanto, los habitantes del Distrito seguirán esperando que los controles también se perfeccionen y puedan terminar con el problema.
Bolsas delatoras
Tanto los funcionarios municipales como los vecinos aseguran que un método para descubrir la existencia de estos talleres tiene que ver con la detección de bolsas de residuos llenas de retazos de tela. “Muchos no las ponen en las puertas de las casas para no delatarse, pero las dejan en las esquinas”, contó Parrella. Por su parte, Mochi relató: “Buscar bolsas con trapos es uno de los métodos que tienen nuestros inspectores para identificar a estas organizaciones”.
Operativos insuficientes
El último operativo que se realizó en Tres de Febrero para desbaratar talleres ilegales se dio a principios de mayo en el barrio conocido como Villa de los Paraguayos, ubicado entre las avenidas Díaz Vélez y Rivadavia, en Ciudadela. En esa ocasión, 230 efectivos policiales y de Gendarmería pudieron detener a nueve personas acusadas de explotar a 53 trabajadores, 42 de ellos, paraguayos y once, bolivianos, incluidos tres menores de edad, que eran sometidos a extensas jornadas de duro trabajo y a condiciones de hacinamiento.
“Ni la Justicia ni el Ministerio de Trabajo tienen políticas activas para atacar el trabajo esclavo en la Provincia, es poco y nada lo que están haciendo”, criticaron, desde La Alameda, a El1.
Fecha de Publicación: 2011-07-25