Cuando uno recorre CIUDADELA en el trajín diario, no presta atención a las muchas cosas que ocurren o en la mayoría de los casos, es como que ya forman parte del paisaje: nos hemos acostumbrado a lo feo, malo y sucio.
CIUDADELA es una ciudad gris, estancada, con escasa vida social y comercial, por momentos y principalmente a partir del anochecer o los fines de semana, se presenta como solitaria o abandonada. Pareciera que el progreso no pasó por nuestra ciudad, quedando detenida en el tiempo, pero invadida por los nuevos males, suciedad, inseguridad, atropello, falta de respeto.
Cuando uno se pone a mirar detalladamente se da cuenta que en CIUDADELA todo funciona porque si, no porque haya una voluntad manifiesta de respetar y hacer respetar las disposiciones vigentes o las normas mínimas de convivencia, como cualquier comunidad organizada y con el mínimo de aspiraciones de vivir en un lugar digno y respetable. Todo se da porque sí.
Veredas rotas o ocupadas indebidamente, escasa iluminación, suciedad, calles rotas y sucias, desorden en el tránsito, no se respetan los semáforos, ocupación indebida del espacio publico, etc., etc.
CIUDADELA es un lugar donde hay algunos que hace lo que quieren y perjudican al resto. Se ven y se han denunciado hechos irregulares, situaciones graves y violatorias a normas, leyes y disposiciones, y que siguen ahí sin que nadie haga nada. Parecería que la cuestión es tener cierta influencia o “arreglar”, para que se les permita seguir beneficiándose individualmente y perjudicando a la comunidad en general.
Se reclamó por las inundaciones que se producen cada vez que se llueve con cierta intensidad. Se solicitó una profunda limpieza de los arroyos. Se pidió la construcción de bocas de tormenta para los barrios linderos a la colectora de General Paz para que no se inunden. Falta de mantenimiento o limpieza periódica de las bocas de tormenta en las zonas que se inundan. Se requirió que se tomen medidas con las napas freáticas, que cada vez están mas altas y están inundando sótanos de edificios y arruinando los cimientos de las viviendas. Faltan barrenderos en algunas calles y avenidas. Falta de iluminación necesaria. Ordenamiento del tránsito en zonas criticas. Circulan remises (truchos) en pésimas condiciones de mantenimiento y sin seguro. Remises que se adueñan de las calles, estacionan donde y como quieren. Negocios irregulares, ocupación ilícita de veredas y de terrenos remanentes de la construcción de la autopista. En fin, sería demasiado extenso enunciar una por una las irregularidades existentes y que el vecino ve a diario y aquellos que deben actuar no ven o no quieren ver.
Aquí no es cuestión de perjudicar a nadie, sino de que se tomen las medidas necesarias para que las cosas funcionen como deben ser y no privilegiar a unos en perjuicio de otros.
Estos hechos, evidentes y concretos, por los que se ha pedido solución y que poco o nada se ha hecho, hacen que aquellos vecinos que tienen alguna inquietud o conciencia social y deseos de participación, se desalienten y abandonen esa iniciativa de realizar acciones que lleven a la concreción de una aspiración de la mayoría, vivir en un lugar más digno y en el que todos tengamos las mismas responsabilidades y derechos.
Por lo general algunos políticos o funcionarios nos llevan a ello, a producir desaliento, cansancio y asco entre quienes pretendemos hacer algo por la comunidad sin “ambiciones políticas”. En lugar de utilizar esa energía en favor de un objetivo común de progreso, la bastardeán, difaman y la marginan. El tema es que – esos algunos - se sienten inferiores y temen perder el poder y dinero que les otorga el puesto “político” que ocupan. Estatus que jamás podrían alcanzar fuera del ámbito de la politiquería.
Pero no todo es culpa de los políticos, funcionarios o del Municipio, también debemos criticar la actitud de ciertos vecinos, comerciantes e industriales, que son individualistas, egoístas, irrespetuosos y sin nada de conciencia social. En muchos casos para que exista algo indebido tiene que haber dos irresponsables, uno que lo haga y otro que no lo controle.
Ciudadela tiene la particularidad de contar con ciertos vecinos con criterio disolvente. Basta que un grupo de vecinos se reúna por algún problema puntual que los afecta o pretenda trabajar por la comunidad, para que estos ciudadanos comiencen a objetar y poner raparos, con el fin de esconder su escaso sentido solidario y de compromiso. Critican cualquier emprendimiento, no respetan la opinión de otros y son incapaces de aportar ideas positivas.
No es posible que algunos vecinos limpien sus casa y la basura la tiren en una esquina, que es la casa de otro vecino o le den unos pesos a alguna persona que anda con un carro para que le tire la basura en otro lado (esquina o colectora de la Autopista). Puede decirse que hay algunas falencias en la recolección de basura – principalmente - en las esquinas y en el recorrido de los barrenderos, pero no se puede decir que el basurero no pasa, porque el servicio se cumple y la basura es recogida. Esos individuos solo les importa deshacerse de su basura aunque vivan rodeados de un basural.
El tirar la basura en una esquina o en la calle, no sólo perjudica a los vecinos que viven alrededor, sino que también es un acto de irresponsabilidad, porque si llueve arrastra esa basura a las bocas de tormenta y nos inundamos.
Estacionar en lugares indebidos, en doble fila, violar los semáforos o circular a contra mano, es responsabilidad de los conductores, es una cuestión de conciencia.
Muchas veredas están rotas, intransitables y sucias, y esa, en parte, es responsabilidad del frentista.
Solemos quejarnos por la inseguridad y la falta de luz, que los árboles no son podados, pero pocos son los que ponen una luz en el frente de su casa.
Se está construyendo un moderno e importante policlínico del gremio de la UOM, pero el contratista de la obra arrojó miles y miles de litros diarios de agua de las napas a la calle. Los cordones se mantuvieron cubiertos de agua, con verdín y cada vez que pasaban los autos salpican y ensucian los frentes de las casas. En ciertos lugares los vecinos no podían cruzar la calle por el agua que por ella corre. Además por efecto del agua se hundió en algunos lados el pavimento.
Hace años que no se puede formar un centro de comerciantes que trabaje en favor de la comunidad y del sector, independientes de todo interés políticos. Recientemente hubo un funcionario, “político él” que quiso armar algo, con el fin de sumar algún rédito personal, como era de esperar, el proyecto termino mal.
Sabemos que hay una responsabilidad ineludible y superior en aquellos que fueron electos para gobernarnos, pero también como ciudadanos tenemos nuestra responsabilidad y no se puede despotricar y exigirles cumplimiento, cuando nosotros en la primera oportunidad que tenemos, violamos las normas, disposiciones o leyes. Se suele pretender que otros cumplan con aquello que nosotros no cumplimos.
Reconocemos haber cometido errores en más de 11 años de actividad. Algunos nos acusan de intransigentes o de demasiados condescendientes, pero siempre hemos intentado aportar: esfuerzo, trabajo e ideas para mejorar aquellas cosas que nos afectan a diario en nuestro barrio. Aceptamos las criticas y sabemos escuchar, lo que no podemos aceptar algunos “políticos o vecinos ligados a ellos”, que pretenden menoscabar nuestra independencia e integridad. Jamás hemos utilizado los problemas políticamente para beneficiar a uno u otro sector político. Sólo marcamos los problemas que existen y nadie puede negar. Cuando hay soluciones, las reconocemos. Cuando no llegan, insistimos en su reclamo. Tampoco ninguno de los vecinos que integramos el Cabildo Abierto de Ciudadela hemos integrado – en todos estos años – ninguna lista ni hemos apoyado partido político alguno, como así tampoco formamos parte de ningún plantel municipal o de la oposición. Nada de lo que solicitamos significa grandes erogaciones o inversiones, simplemente se solucionan con voluntad política.
Algunas cosas se han hecho, pero otras demoran su solución, como hay funcionarios con quien se puede dialogar y concretar algunas cosas, aunque tengamos algunas diferencias en los tiempos de ejecución, con otros hemos desistido de tener algún dialogo porque han demostrado ser ineficientes y porque dentro de su incapacidad pretenden desviar la atención haciendo responsables a los vecinos.
Los vecinos solemos tener poder de autocrítica, esperamos que ahora lo tengan los políticos.
Es importante el compromiso y la participación de los vecinos, organizarse y exigir que cada uno cumpla con su rol. No dejar en manos de unos pocos aquello que nos afecta a todos.